Si buscamos siempre que todo esté bien, probablemente nos sintamos defraudados, a
veces perdidos y rencorosos, a veces sintamos que nada funciona y que todo esto
no es más que un simple engaño, quizá nos sumerjamos en una profunda depresión
y protestemos de la vida que llevamos.
La verdad es que, no siempre las cosas estarán bien, que no
hay un cuento de hadas, que habrá momentos difíciles, que sentiremos el dolor
ante la partida de las personas que amamos, que sentiremos el vacío de la
soledad, que veremos desplomarse nuestros sueños, que perderemos la fe, pues
nuestras plegarias parecerán extinguirse en la obscura noche.
Muchas veces las cosas no estarán bien, busquemos la ayuda
que busquemos, leamos lo que leamos, la noche siempre estará presente.
Sin embargo, si nos quedamos quietos el tiempo suficiente,
si dejamos de huir y buscar consuelo o refugio, probablemente desde ese
silencio surja la clara comprensión de que a pesar que la vida es tremendamente cambiante, que nos
lleva por hermosas playas y tranquilos parajes, que nos lleva por escarpadas
montañas y peligrosos riscos, que nos
acerca al vacío y al dolor, que nos encuentra con la dicha inmensa y la paz
silenciosas del amor, y sin previo aviso nos sumerge en el fondo oscuro del mar
… es infinita en su abundancia, es infinita en sus oportunidades, es infinita
en su capacidad de transformarnos.
Quizá el secreto no esté en el buscar que todo esté bien,
sino en sumergirse y convertirse en uno con ese movimiento increíblemente vivo,
en ese movimiento que no conoce la seguridad, que siempre se está renovando,
reinventando, transformando, muriendo y naciendo de instante en instante.
Quizá si dejamos entrar el amor en el corazón, podamos
vislumbrar que el dolor radica en separarnos unos de los otros y convertirnos
en furiosos guerreros que quieren atrapara todo lo que los demás tienen, que el
dolor radica separarnos de la vida y creer que la podemos controlar, o
descubrir sus secretos, entonces quizá
descubramos que todo el secreto este en uno mismo esperando ser descubierto.
Sólo por hoy ama la presencia de los que te rodean porque en
ella quizá descubras la tuya.